Cada red de tarjetas tiene su propio proceso formal y estructurado para gestionar las disputas entre los titulares de tarjetas y los comerciantes, pero, en general, los procesos son casi iguales. El proceso se describe aquí:
Después de recibir una disputa, tienes que tomar una decisión: impugnarla o no.
Si decides impugnarla, tendrás que enviar evidencia (tu respuesta) al emisor de la tarjeta:
El envío de la evidencia en este paso del proceso es la única comunicación que habrá entre tú y el emisor. No tendrás la oportunidad de comunicarte de nuevo durante este proceso. En función de la evidencia que presentes, el emisor tomará una decisión única y definitiva sobre si la disputa se resuelve a tu favor o no.
Si decides no impugnarla, puedes desestimar la disputa y no realizar ninguna acción, o aceptarla de manera explícita: