Información sobre fraude

Tipos frecuentes de fraude en línea

Obtén más información sobre los distintos tipos de fraude y cuál es tu responsabilidad.

Se considera que un pago es fraudulento cuando el titular de la tarjeta no lo autorizó. La mayoría de los pagos fraudulentos se efectúan con tarjetas o números de tarjetas robados. Cuando un titular de tarjeta recibe la notificación del pago o lo ve en el extracto de su tarjeta, se pone en contacto con el emisor para disputarlo.

El fraude en línea tiene diferencias esenciales con el que se realiza en tiendas físicas, ya que es más difícil determinar con seguridad si la persona a la que le vendes es quien dice ser. Algunos estafadores adoptan métodos más sofisticados que el simple intento de hacer compras con tarjetas robadas. Si aceptas pagos en línea, es importante que conozcas los diferentes tipos de fraude y cuál es tu responsabilidad.

Sospecha de fraude

Tu plataforma trabaja con Stripe para ofrecer pagos seguros. El sistema de machine learning de Stripe supervisa de manera constante todos los pagos que procesan nuestros usuarios. En casos excepcionales, es posible que te notifiquemos sobre la sospecha de un pago fraudulento, aunque el emisor de la tarjeta lo haya autorizado. Esto sucede si en Stripe detectamos actividad posterior de pagos fraudulentos con la misma tarjeta.

Aunque enviamos la notificación en cuanto advertimos cualquier tipo de actividad sospechosa, es posible que la recibas varios días después de que se haya efectuado el pago. Ten en cuenta que esta predicción no garantiza que el pago sea fraudulento, sino que hay motivos para creer que puede serlo.

Te brindamos esta información para que puedas tomar una decisión fundamentada y tomar medidas cuando sea necesario (por ejemplo, ponerte en contacto con el cliente o retener el pedido). Si tienes dudas sobre el pago después de analizarlo, considera la posibilidad de reembolsarlo de inmediato para evitar una disputa de manera proactiva y su correspondiente comisión.

Advertencia: Si bien los clientes no pueden disputar los pagos rembolsados por completo, sí pueden disputar aquellos rembolsados de manera parcial. Las normas de las redes de tarjetas incluso permiten que un pago que se rembolsó de manera parcial se dispute por el importe total.

Alertas preventivas de fraude: Otro tipo de notificación que puedes recibir ante una sospecha de fraude es una alerta preventiva de fraude por parte del emisor de la tarjeta, que indica que se denunció una actividad fraudulenta de una tarjeta que se utilizó para realizar un pago a tu favor.

Tarjetas robadas

En este tipo de fraude se utilizan tarjetas o datos de tarjetas robados para realizar compras en línea. Es posible que el estafador tenga en su poder una tarjeta física, pero lo más probable es que haya robado los datos del titular de forma electrónica. La empresa envía los bienes o presta el servicio al estafador, ya que supone que el pago es legítimo.

Si el titular de la tarjeta no se dio cuenta aún de que le robaron la tarjeta o la perdió (y, por ende, no notificó al emisor), podrás procesar los pagos de manera correcta. Que no se rechace el pago no significa que esté autorizado.

Cuando el titular advierte el uso fraudulento de su tarjeta, disputa el pago al emisor de esta. Si la disputa se resuelve a favor del titular de la tarjeta, la empresa pierde el importe del pago, y el costo de los bienes entregados o los servicios prestados. La empresa debe pagar una comisión por disputa independientemente de si la disputa se resolvió a su favor o no.

Fraude de sobrepago

El fraude de sobrepago (conocido también como una estafa de transferencias a cuentas bancarias) es una variante del fraude de tarjetas robadas. El estafador solicita los servicios de terceros en relación con la compra. Luego, ofrece pagarle al vendedor el costo de los bienes, un importe adicional por el servicio fraudulento de terceros y, en muchos casos, una comisión adicional (propina) por dar lugar a la solicitud. El fraude consiste en que el servicio de terceros no existe, y el estafador cobra los fondos adicionales, mientras que el vendedor debe lidiar con una disputa.

Por ejemplo, un estafador puede ponerse en contacto con una empresa en línea de antigüedades y simular que vive en otro país. Solicita a la empresa que utilice determinada empresa de transporte de carga de su preferencia y que le pague. Con los datos de la tarjeta robada, el estafador le paga a la empresa los bienes que compró, la comisión de la empresa de transporte ficticia y una propina al vendedor, a modo de incentivo.

La empresa acepta y paga la comisión a la falsa empresa de transporte que, como no existe, no realiza el envío. El verdadero titular de la tarjeta descubre el pago no autorizado y lo disputa ante el emisor de la tarjeta. El pago se rembolsa de manera automática y se descuenta la comisión por disputa. Sin embargo, ya se enviaron los fondos por separado a la empresa fraudulenta de terceros.

Prueba de tarjetas

Esta es la práctica de probar una tarjeta (o varias) en un sitio para ver si está vigente, antes de usarla en otro sitio para realizar un pago fraudulento. La prueba de tarjetas suele utilizarse en sitios con campos de texto sin formato, como los de donaciones o de empresas de Ecommerce que ofrecen a sus clientes «pagar lo que quieran». Para obtener más información, consulta el artículo Protección contra las pruebas de tarjetas.

Rembolsos mediante métodos alternativos

En esta forma de fraude, el estafador paga un importe mayor al debido y, luego, se pone en contacto con la empresa para informar del error involuntario. El estafador solicita un rembolso parcial para solucionar el problema, pero afirma que presuntamente canceló la tarjeta utilizada y quisiera que se utilice un método alternativo fuera de la red de tarjetas para rembolsar el pago (por ejemplo, un cheque o una transferencia bancaria).

Por ejemplo, un estafador dona USD 500 a una organización benéfica y se pone en contacto poco después para avisar que su intención había sido donar USD 50. Solicita que se utilice otro método para la devolución de los USD 450, por lo que no se rembolsan los fondos a la tarjeta original. Cuando el titular de tarjeta disputa el pago fraudulento, la organización benéfica no solo debe pagar el importe disputado, sino que además perdió el importe que pagó mediante el método alternativo.

Nunca rembolses pagos mediante métodos que no sean los utilizados originalmente. Aunque la tarjeta se haya cancelado realmente, igual puedes rembolsar el pago. En ese caso, el cliente se debe poner en contacto con el emisor de la tarjeta y solicitar la recuperación de los fondos.

Fraude por contracargo

El fraude por contracargo (también conocido como «uso indebido en primera instancia» o «fraude en primera instancia») consiste en que un titular legítimo de tarjeta efectúe una compra y dispute el pago en una fecha posterior. Esto puede deberse a un error involuntario (no reconoce la transacción en su extracto) o puede ser intencional (por ejemplo, porque se arrepiente de la compra o porque intenta obtener la mercadería sin pagar).

Es muy difícil detectar los casos de fraude por contracargo, en especial en las ventas digitales. Quienes venden bienes tangibles pueden combatir este tipo de fraude si hacen envíos a direcciones de facturación verificadas y obtienen la firma del destinatario en la entrega. También es muy útil contar con políticas de devolución que sean claras y ubicarlas en un lugar destacado de la página de finalización de compra, y solicitar que el cliente confirme su aceptación antes de completar la compra.